La "marea amarilla" de participantes de Donostia Ezagutu ocupó, un año más, el espacio y la atención del concierto pedagógico del Hondarribia Blues. No sólo por el color de las viseras y las mochilas con su kutxon blanco, sino también por lo preparados y dispuestos que iban después de haber trabajado los instrumentos en un taller que se organizó en la actividad Donostia Ezagutu. Salieron al escenario y compartieron melodía con el grupo que dirigió el concierto, y además bailaron para despedir el acto.
Un brindis por las monitoras y monitores que supieron acompañar a los txikis en este acontecimiento por el que tanto apuesta Donostia Ezagutu.

 

2016DonostiaEzagutuyBlues